Insexistencia

Tranquilamente se levantó por la mañana, se preparó y salió por la puerta.
Notó algo extraño en el edificio, casi no había nadie, cosa que a esas horas era bastante inusual.


Entró en el ascensor despreocupada. ¿Qué iba a pasar?, es algo normal..¿No?.
Al bajar, se encontró con dos de sus vecinas.

- Marie, Estela. - Dijo sonriente.
Pero ellas ni se inmutaron, seguían metidas en su conversación sin haberse dado cuenta de nada.

Se sentía frustrada, ¿por qué no le respondían?.
Salió a la calle, notó cierto cambio drástico.
Nunca había niebla, al menos, no tan densa.

-¿Qué pasa hoy?.- Dijo extrañada.

Caminó sin rumbo, viendo sin ver a la gente, caminando entre el estrés del día a día.
Se sentía sola, no comprendía por qué nadie la miraba, por qué nadie le hablaba.

Sin querer, llegó a un lugar. Estaba lleno de personas, todas lloraban.
Ella sentía que se ahogaba. ¿Por qué ese sitio la ponía tan nerviosa?.

Bajó la vista instintivamente, allí estaba ella.


Dentro de un ataúd.