¿Asdf?

Las horas pasaban y él no se cansaba de mirarla. Como corría, chillaba, se caía, su extraño sentido de ver la vida y su extraño humor.
Quizá eran demasiado diferentes para entenderse el uno al otro, quizá era eso lo que les gustaba. Sin necesidad de racionalidad, simplemente pasar el rato, pero para él, que lo analizaba todo era muy difícil, quería buscar una explicación a su manera de actuar.

-¿Alguna vez te conté una historia yo?- dijo sentándose de golpe a su lado, en el tronco de siempre.
-Nunca, siempre te leo yo- dijo él, sorprendido una vez más por la intrusión de ella en sus cavilaciones.
-Pueees esta historia me la contó mi madre. Ya sabes que no tengo mucha relación con ella, pero de pequeña me ayudaba mucho a dormirme. La hecho de menos, espero que algún día vuelva… Aunque Padre dice que me olvide de esas tonterías – dijo con mirada triste.
-Tranquila, si te hace mal hablar sobre ello mejor será que no me la cuentes… - susurró mientras la abrazaba.
-No, da igual, es una historia muy bonita y quiero que la oigas- sonrió- Hace mucho tiempo, en un lugar muy lejano, vivía una niña a la cual le encantaba jugar con sus muñecas. ¡Tenía una colección gigantesca!- decía gesticulando con sus delgados brazos, cosa que le hacía mucha gracia a él- Y un buen día, a la edad de 16, su padre le dijo seriamente que tenía que casarse. Pero ella no quería, su pretendiente era mayor que ella, no le conocía de nada, y estaba terriblemente asustada…
Al final, su padre acepto, y ella estaba muy triste así que se fue a pasear al jardín. Allí se encontró con un joven de cabellos tan oscuros como el carbón y con unos grandes ojos color miel. Ambos se sonrieron y corrieron para fundirse en un fuerte abrazo, y más tarde, escaparon juntos donde nadie les encontrara. Fin.
-Eres una pésima narradora- dijo entre risas él.
-¡Eres un idiota! Es preciosa.
-Pero es surrealista, ¿no se conocen de nada y se escapan juntos?- dijo escéptico.
-¿Ves como no lo entiendes?- dijo dulcemente- El amor no tiene lógica, sólo aparece.
Por eso me gusta tanto esta historia… Me hace pensar en que todo puede pasar.
- No te comprendo…¿Pasó de verdad?- dijo sorprendido.
- Fue así como mis padres se enamoraron.

Bueno no estoy muy inspirada y quizá sea una mierda pero espero que al menos os entretega.