El final de la cuenta atrás

Corrí y corrí, la tierra se abría bajo mis pies, el caos se apoderaba de la gente.
Voces en mi cabeza susurraban palabras horribles, una voz muy diferente a la mía, no lo comprendía.

-¿Qué es esto? ¿qué pasa?. - Dije mientras seguía corriendo asustado tras ver tal desastre.
- ¿Acaso no querías esto?. - Dijo una voz oscura en mi mente.

- ¿Qué? ¡claro que no!, ¿cómo voy a querer este tipo de cosas?.

Me sentía exhausto, pero no podía parar, me engulliría...Pero ¿a dónde iba a ir?, todo se estaba desmoronando.
Levanté la vista para ver dos ¿personas?, no, no creo que fueran personas.
Una en frente a la otra.

El de la izquierda tenía el pelo negro, bastante largo. Vestía una chaqueta vaquera a juego con sus pantalones y unas botas que iban por fuera.

El de la derecha, vestía de una manera inusual, tenía una capa, pude diferenciar un mechón rubio que caía por fuera de la capucha.

- ¡Eh! ¡EH! - Grité a ambas personas las cuales me ignoraron completamente.

Hablaban un idioma muy extraño, no lo comprendía, tampoco creo que quisiese entenderlo.

Entonces me encaminé hacia ellos, los cuales se giraron hacia mí sorprendiéndome.
Solo podía ver la cara del hombre de pelo negro, la cual era de satisfacción mientras me observaba.

- ¿Que-e-e pasa? - Dije tartamudeando.
- ¡Ooooh!, entonces, eres tu, mira tu que cosas... - Dijo este sonriendo.
El otro se quitó la capucha y su cara era la clara expresión de sorpresa.
Era rubio, de unos ojos muy claros los cuales parecían que te traspasaban el alma, eso hizo que me pusiese nervioso.

- ¿Por qué lucharías? - Dijeron ambos a la vez.
- ¿No ansias aplastar a tus enemigos, sentirte poderoso y hacer que todos te adoren? - Dijo el de pelo negro.

Mis ojos se quedaron clavados en el hombre.

- ¿De verdad quieres pelear por eso y no por salvar tu maldita vida al igual que la de otras personas?. - Dijo el rubio casi interrumpido por el otro hombre.
- ¡Serías inmortal! ¿no te gustaría eso?, poder ver como la gente cae a tu alrededor y tener una vida eterna.


Me quedé anonadado ante tal conversación ¿qué querían decir?, ¿que narices estaba pasando?, ¿era todo obra del calentamiento global?, o simplemente ¿estaba loco?.

Ambos se giraron hacia mí

- Entonces ¿por qué piensas pelear?
- Puedes tenerlo todo, o no tenerlo nada, escoge bien. - Dijo el de pelo negro.

- Solamente escoge bien, de tu respuesta depende lo que le pase a esas vidas.

- Puede que todo sea nada o que nada sea todo, escoge lo que realmente quieres salvar. - Dijeron ambos.





¿Y tu?, ¿qué eligirías?